La limpieza facial
Es más que recomendable para mantener la piel del rostro en perfectas condiciones y eliminar las impurezas que en ella se acumulan por la contaminación ambiental y los restos de productos cosméticos y maquillaje.
El momento de hacerla es cuando la piel luce opaca, sin ese brillito natural, hay acumulación de puntos negros o acné, o cuando nunca o hace mucho tiempo te has realizado una. ¿Con qué frecuencia se debe hacer? Esto dependerá del tipo de piel, pero generalmente oscila entre una vez al mes o cada mes y medio. La mejor manera de determinar la frecuencia ideal es prestando atención a cómo sientes y ves tu piel, ya que ella misma te indicará cuándo es el momento adecuado para la próxima sesión.
Durante la sesión se eliminan células muertas, puntos negros y granitos, logrando que la piel respire y se absorban mejor los sueros y cremas de uso en casa. Dependiendo de las necesidades y condiciones de la piel, existen diferentes tipos de limpieza facial, desde la básica hasta técnicas más avanzadas como la microdermoabrasión o el hydrafacial. . Estas diferencias radican en la técnica, aparatología y productos utilizados, siempre teniendo en cuenta la salud de la piel como prioridad. Una vez terminada la limpieza es el mejor momento para añadir activos cosméticos en diferentes formas, sueros, ampolletas, geles, mascarillas y dejar la piel lista para el día a día, más saludable, suave, tersa y luminosa.
Si estás por iniciar o retomar el cuidado de tu piel con mejores resultados, la limpieza facial en cabina es la mitad de la mejor manera de iniciar, y la otra mitad el uso de los productos adecuados para su cuidado en casa. ¡Los resultados te encantarán!
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